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Dos triángulos son semejantes si existe una semejanza (o similitud) entre ambos. Una semejanza es una composición de una isometría (o sea, una rotación seguida (quizás) de una reflexión o simetría axial) con una homotecia. Puede cambiar el tamaño y la orientación de una figura pero no altera su forma. Por lo tanto dos triángulos son semejantes si tienen la misma forma. En el caso del triángulo la forma sólo depende de sus ángulos, no así en el caso de un rectángulo, por ejemplo, donde los ángulos son todos rectos pero cuya forma puede ser más o menos alargada es decir que depende de su esbeltez (cociente longitud / anchura). Se puede simplificar así la definición: ![]() Una similitud tiene la propiedad (que la caracteriza) de multiplicar todas la longitudes por un mismo factor. Por lo tanto las razones longitud imagen / longitud origen son todas iguales, lo que da una segunda caracterización de los triángulos semejantes: Se reúnen estas dos propiedades equivalentes en la fórmula siguiente: ![]() ![]() ![]() Un caso particular es el que se da en el teorema de Tales donde los triángulos tienen dos lados (vistos como rectas) comunes: (OA) = (OA') y (OB) = (OB'), y los dos lados restantes son paralelos entre sí: (AB) // (A'B'). Los lados son así paralelos dos a dos y, por lo tanto, definen ángulos iguales (del mismo color en la figura). Por ello, los triángulos OAB y OA'B' son semejantes (de hecho son homotéticos), lo que implica la igualdad de los cocientes: ![]() Otro teorema famoso de la geometría, el teorema de Pitágoras, es también una consecuencia inmediata de la doble caracterización de los triángulos semejantes. La posibilidad de aumentar el tamaño de una figura sin modificar su forma es tan obvia y natural que durante milenios se pensó que era una consecuencia de los axiomas de la geometría, y se trató en vano de demostrarlo desde la Grecia antigua. Sin embargo, al inventar otras geometrías, las no euclidianas, los matemáticos del siglo XIX, entre ellos Bernhard Riemann y Nikolai Lobachevski se dieron cuenta que esto sólo sucedía en los espacios euclidianos, es decir sin curvatura. Se puede definir una geometría sobre la esfera. En este caso, los segmentos son los caminos más cortos que unen sus extremos y las rectas son las geodésicas, en este caso, los ecuadores de la esfera. El análogo de una homotecia se construye así: Se escoge un punto O de la superficie como centro de la homotecia, y para definir la imagen de otro punto A se traza la geodésica que pasa por O y A (es única si A no es el punto diametralmente opuesto a O), consideramos que O es el origen de esta línea y A el punto de abcisa 1. La imagen A' sera el punto de abcisa k, donde k es la razón de la homotecia. En la figura se ha tomado k = 3 y se han construido las imágenes de B y C también. Un caso particular es el que se da en el teorema de Tales donde los triángulos tienen dos lados (vistos como rectas) comunes: (OA) = (OA') y (OB) = (OB'), y los dos lados restantes son paralelos entre sí: (AB) // (A'B'). Los lados son así paralelos dos a dos y, por lo tanto, definen ángulos iguales (del mismo color en la figura). Por ello, los triángulos OAB y OA'B' son semejantes (de hecho son homotéticos), lo que implica la igualdad de los cocientes: ![]() Otro teorema famoso de la geometría, el teorema de Pitágoras, es también una consecuencia inmediata de la doble caracterización de los triángulos semejantes. La posibilidad de aumentar el tamaño de una figura sin modificar su forma es tan obvia y natural que durante milenios se pensó que era una consecuencia de los axiomas de la geometría, y se trató en vano de demostrarlo desde la Grecia antigua. Sin embargo, al inventar otras geometrías, las no euclidianas, los matemáticos del siglo XIX, entre ellos Bernhard Riemann y Nikolai Lobachevski se dieron cuenta que esto sólo sucedía en los espacios euclidianos, es decir sin curvatura. Se puede definir una geometría sobre la esfera. En este caso, los segmentos son los caminos más cortos que unen sus extremos y las rectas son las geodésicas, en este caso, los ecuadores de la esfera. El análogo de una homotecia se construye así: Se escoge un punto O de la superficie como centro de la homotecia, y para definir la imagen de otro punto A se traza la geodésica que pasa por O y A (es única si A no es el punto diametralmente opuesto a O), consideramos que O es el origen de esta línea y A el punto de abcisa 1. La imagen A' sera el punto de abcisa k, donde k es la razón de la homotecia. En la figura se ha tomado k = 3 y se han construido las imágenes de B y C también. |
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